SegCiudEscrito por: Luis Alfredo Villalba Ruiz
El mas maleteado de los servicios a la sociedad, porque como todo servicio es brindado de persona a persona, involucra de manera directa a la persona y está a expensas de los valores y principios con los que interactuamos las personas.

El servidor en un mundo globalizado brinda el servicio de acuerdo con la normatividad local, sin embargo el bombardeo de información del mundo, valores y principios de actuación del mundo, lo desarman para hacer frente a un hecho local con información local; cuando la delincuencia se nutre y aprende de las formas de sacarle la vuelta al sistema del mundo globalizado.
Cierto que la criminalidad, el latrocinio, el vandalismo, la violencia interpersonal, familiar y social y otras formas de sacarle la vuelta al orden social pactado son similares en el mundo y la mayor parte las calificamos igual; pero la legislación es local y sujeta a normas basadas en formas de convivencia locales.
¡¡Un gran forado!! En el cual pensar, para hacerle frente a las imperfecciones de la sociedad.
Es cierto también que es imposible en el corto plazo establecer pactos de legislación consensuados que globalicen la lucha contra las imperfecciones de la sociedad, pero es cierto también que si se lo enfrenta con un sistema de participación que ayude a alcanzar las metas, objetivos y resultados el control lo tendrá la sociedad de manera institucionalizada y no solamente un grupo susceptible de ser manipulado por las propias debilidades.
No es un receta mágica pero apunta a remediar las imperfecciones de la sociedad en donde la razón de ser sigue siendo el ciudadano que necesita recuperar la confianza y saber que la normativa y legislación lo protege por lo que prefiere estar en esa vereda; por ejemplo no es posible que en una intervención policial tenga el mismo trato quien infringe la ley que quien no la infringe, el que la infringe por primera vez de quien lo hace por segunda o tercera, etc. quien se arrepiente de aquel a quien le da lo mismo estar a un lado o al otro de las leyes de convivencia social que nos rigen.
Son en consecuencia necesarias dos medidas una primera dotarse de la información y tecnología de identificación que permita distinguir tal, a la mano, a la hora de cualquier intervención y segundo implementar un sistema de monitoreo, seguimiento y evaluación que vigile y haga que se  cumpla esa vigilancia de infracciones a la vida en sociedad.
Que monitoree los recursos implicados incluido el recurso humano, que analice el modelo de vigilancia y de facilitación (ayuda o apoyo) diseñados y que mejore de manera continua el conocimiento utilizado y confronte lo planificado con lo logrado.
Que las redes de comunicación e informática en lugar de un empleo lúdico y de distracción sirvan para retroalimentar de manera permanente y continua el sistema. Así en él se quedarán y a él llegarán quienes de verdad tengan la vocación de servicio requerida y no solamente como refugio laboral que desde que llegan a estudiar ya la tienen segura y en el bolsillo.
¿No será que estamos dispuestos a mantener el forado abierto?
Una verídica, en un distrito muy cercano casi ya conurbado con la ciudad se dieron los siguientes hechos:
La población era asolada por abigeato y latrocinio descarado;  las acusaciones y denuncias nunca surtían efecto y los vándalos hacían de las suyas; fue un acucioso vecino habituado a hacer nubes en su azotea que se percató de un hábito casi  consuetudinario: cada vez que recibía las quejas indirectas de sus vecinos del distrito ¡me han robado! A esas palabras le antecedían disparos al aire de la ¡¡Autoridad Policial!!
¿No será?
Cavilaba haciendo más nubes que de costumbre; pues si así era y cayó en la cuenta el día que escuchó tremendo alboroto en la dependencia policial; todos absolutamente todos eran cambiados y llegaban nuevos servidores públicos.
Claro se dijo, los disparos eran el aviso a sus compinches  y aviso de desaparecer del mapa por un tiempo.
Siguió haciendo nubes y difundía desde la azotea, han cambiado a todos……………….