Escrito por: Luis Alfredo Villalba Ruiz

Tonalidades de gris siguen imperando. A pesar de ser tonalidades, son grises, porque en los nuevos tiempos con ciencia y tecnología de avanzado conocimiento estamos encadenados a la historia de los círculos de interacción y gestión poco virtuosos de la gestión pública.
Un nuevo año y la guía de orientación para el Presupuesto del Sector Público del año 2013, no se puede desconocer ilustra muy bien respecto de las expectativas para el nuevo año de operaciones del estado en sus diferentes niveles, aprobado para el ejercicio mediante Ley N° 29951.


Muy bien resaltado el crecimiento del 13.5% respecto del año anterior en un contexto de sólido crecimiento de los ingresos fiscales sin descuidar el principio de responsabilidad fiscal. Interesante aclaración respecto que son los recursos ordinarios los que concentran el 69% del presupuesto y ha crecido el 21.3%, también que la otra fuente, importante, son los recursos determinados que concentra el 19% del presupuesto y ha crecido también en 21.2%. Sin embargo al hablar de PRESUPUESTO POR RESULTADOS la preocupación principal debiera apuntar a explicitar como a evolucionado la construcción de la sostenibilidad institucional de los diferentes niveles de gobierno, son altruistas los objetivos y metas esgrimidos.
Seis años de sólido crecimiento debiera ser suficiente para apuntar a lograr institucionalidades que caminan a paso seguro en pos del equilibrio de su gasto corriente y es más a aprovechar de manera eficiente, eficaz y consecuente efectiva, los recursos Determinados (hoy por el boom minero) pero que en realidad deben ser tomados como circunstanciales.
Que interesante habría sido saber cómo es que el estado en sus diferentes niveles a logrado saltar a la vereda de enfrente, haciéndonos saber cuántos gobiernos locales y regionales y cuales han avanzado y mejorado su equilibrio presupuestal y cuanto de su costo de operaciones es cubierto con los recursos Directamente Recaudados. Habituarse a buscar el equilibrio daría paso al primer nivel de resultado de la gestión y alcanzarlo el segundo nivel.
El primer nivel de Resultado y que es directa responsabilidad del estado indicará el cambio de mentalidad de gestor operativo (conductor del gasto) a gestor estratégico (conductor de la gestión presupuestal).
El segundo nivel de Resultado y es a su vez resultado del primero; porque no lo realiza el operador (estado en diferentes niveles) sino es consecuencia de la apropiación de la población de la idea que se ha de institucionalizar de conducirse con un presupuesto equilibrado y financiado con el aporte de cada uno de los beneficiarios que al contrario de estar esperando; como hoy amnistía, vía control social se preocupará que todos estemos al día porque redundará en la elevación de los estándares ofertados por los diferentes niveles de gobierno.
Es obvio que aún estamos distantes de visualizar estos Resultados, como efectivamente Resultados para alcanzar una  gestión pública nivel A. No está mal empezar por fijar metas y objetivos pero es clave visualizar los resultados de un PPR.
Tal imagen de futuro obligará, al gobierno en sus diferentes niveles,  a desplegar la mayor creatividad para propiciar condiciones favorables para el inversionista, el productor, la mano de obra no calificada y calificada, la juventud, la niñez, la mujer y varón y la tercera edad de su jurisdicción, desde sus habilidades, capacidades y competencias se integre al aparato productivo ya sea que existe o haya que impulsarlo.